Valle de Bravo es uno de los 5 pueblos mágicos del Estado de México, se encuentra a 2 horas y media de la
Ciudad de México y es perfecto para un viaje de fin de semana.
Por cuestiones personales salimos
a las 3:00 p.m. de la terminal central de autobuses de poniente, la cual se
encuentra saliendo del metro observatorio (línea 1 rosa). El costo del autobús
fue de 210$ por persona.
Rumbo al centro |
La terminal de los autobuses de
Valle de Bravo se encuentra a unas 4 cuadras caminando del centro del pueblo,
uno se puede guiar fácilmente por la iglesia de San Francisco de Asís que se ve
desde lejos (o con el siempre fiel google maps jejeje).
Interior |
Dicho templo es muy
bello y vale la pena recorrerlo, lo extraño es que su fachada no se encuentra
viendo hacia el kiosko, sino de lado, se ve curioso. Llegamos alrededor de las
5:30 pm y solo nos dedicamos a pasear por el pueblo el cual es muy pintoresco y
bastante bello para contemplar.
Centro |
Cenamos en la nevería unas hamburguesas y probamos el agua de arrayán, que delicioso! que se
encuentra en un balcón en el mero centro y nos hospedamos en la Pensión
Familiar Mary por 600 pesos la habitación familiar (4 personas).
Agua de horchata y de arrayan |
Al día siguiente nos levantamos
alrededor de las 8 am y tomamos un taxi colectivo en la esquina este elo de
noviadel centro (junto al bar “central”) y por 15 $ por persona te llevan a la
cascada Velo de Novia (creo que he conocido al menos 4 con ese nombre jejeje).
La cascada es bonita, fotogénica y sobre todo refrescante! El agua está muy
fría pero toda la vegetación te protege del sol, ahí se pueden rentar caballos
o hacer un día de campo. Rodeamos la cascada y subimos la pendiente para salir
de nuevo a la carretera para tomar el taxi colectivo de regreso al centro.
Desayunamos unos tacos de cabeza
deliciosos (15$ cada taco) en un puesto que se encuentra junto a la base de
taxis. Ya comidos fuimos al mirador que se encuentra en la calle Cruz de
Misión, a unos 10 minutos caminando del centro. Hay otros miradores como el que
se encuentra donde se lanzan los parapentes o el de la peña. Posteriormente
fuimos al embarcadero para tomar un barco (75$ por persona) por la presa y relajarnos durante la
hora que dura el recorrido.
El camión de regreso a la Ciudad
de México salió a las 4:30 hrs y llegamos a descansar a las 7 pm, un fin de
semana muy bueno y que me permitió conocer otro pueblo maravilloso de mi
México.
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