Decir adiós a Vietnam fue
difícil, aunque conocí poco de este país, fue increíble! Este día fue dedicado
únicamente a viajar entre Ho Chi Minh y Nom Pen, capital de Camboya. En el
hostal nos vendieron el pasaje por alrededor de 10 USD. Trámites fronterizos de
costumbre, pagar la VISA 30 USD por una entrada y sin percances.
Se nota inmediatamente el cambio
al llegar a Camboya, las carreteras descuidadas y la pobreza se ve durante todo
el recorrido. Llegamos a Nom Pen alrededor de las 6:00 pm y el chofer muy
amablemente nos permitió bajar a un par de cuadras de nuestro hostal (amo
google maps!) el Mad Monkey que por 10 USD por persona nos ofreció habitación
privada con baño compartido. El hostal bien, con un agradable bar en la
entrada, muy buen ambiente. Cenamos de lo más rico por 6 USD y a dormir.
Recorrido por Nom Pen |
En la mañana (alrededor de las 8
am) contratamos un Tuk Tuk para que nos llevara al Choeung Ek, el Centro de
Genocidio en el cual los Khmer Rouge desaparecieron a una cuarta parte de la
población de Camboya. Debo decir que, aunque no hay demasiado en pie, la
experiencia es terrible, la audio guía te va contando punto a punto las
atrocidades cometidas por Pol Pot.
Debajo de estos tumultos se encuentran restos humanos |
Vas pasando entre la tristeza, el horror y al final el coraje, no entiendo cómo un ser humano puede ser capaz de causar tanto dolor a una nación entera. El final del recorrido es el memorial con los restos de miles de camboyanos ejecutados. Nos debería servir para recordar.
Memorial |
El Tuk tuk nos regresó a nuestro
hostal alrededor de las 11 am, desayunamos algo ligero y partimos rumbo al Tuol
Sleng, el Museo del Genocidio, el cual se encuentra dentro de una cárcel en
donde eran apresados los “criminales” en contra del régimen. Otra experiencia
aterradora, las celdas, las fotografías y objetos expuestos en él te parten el
corazón. Definitivamente es una experiencia de vida, similar a visitar
Auschwitz, un lugar al que debes ir pero al que no te quedan ganas de
regresar.
Celdas |
Caminamos alrededor de 30 minutos
para llegar al mercado central, en sí, lo que vale es la construcción pues
dentro todo está demasiado “acomodado” para tratarse de un mercado, hay venta
de diversos artículos como ropa y accesorios, no me gustó.
Mercado central |
Continuamos hacia el norte rumbo
al Wat Phnom, un templo muy bello que se encuentra en la cima de un montecito a
27 metros del suelo. Hay murales que representan la versión camboyana del
Ramayana (Reamker) y está dentro de la lista de los 1000 lugares que ver antes
de morir.
Wat Phnom |
Ahora fuimos hacia el sur para
visitar el Museo Nacional, un edificio con una colección importante de
esculturas, objetos y todo tipo de artefactos de la historia camboyana, hay
varias piezas hermosas pero cuidado con una señora que “da” velas o inciensos
pues los cobra en dólares jejeje. Muy recomendable para conocer más de la
historia de este lugar.
Museo Nacional |
La cereza del pastel llegó, el
Palacio Real de Camboya, un lugar muy bello rodeado de tanta pobreza, donde
vive el rey de este país y con una colección importante de templos, pagodas y
esculturas que no se pueden perder.
Ya de regreso al hostal pasamos
en la glorieta del monumento a la Independencia y a cenar.
Monumento a la Independencia |
Esta capital me dejó con un sabor
amargo, aunque la experiencia es única y aprendí mucho. Por un lado existe la
historia sangrienta y demasiado triste de la crueldad humana, junto a calles y
personas en pobreza extrema, por el otro lado tenemos una historia hermosa y la
opulencia de sus calles principales y del Palacio Real. Un momento único, ver a
las orillas del río Mekong a unos niños divirtiéndose de lo lindo, nadando en
las aguas tan sucias pero con una de las más bellas sonrisas.
Regalo del viaje |
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