viernes, 29 de abril de 2016

Cambio de planes, me quedo en Nagoya

Este día tenía planeado ir desde Nagoya a Nikko (un viaje muy largo) y de hecho ya tenía comprados los boletos (ventaja de tener el JR Pass, no pasa nada si pierdes los boletos!), pero estaba tan cómodo en el hotel que decidí descansar, desayunar helado y café (gratis en el hotel jejeje) y visitar la ciudad de Nagoya.

Al fondo el Museo de la Ciencia de Nagoya

Salí alrededor de las 11 am con rumbo al Osu Kanon. En el camino me encontré con el parque Shirakawa, donde se encuentra el Museo de la Ciencia y el Museo de arte de Nagoya, un lugar muy bonito y escénico! Aunque no me detuve en los museos me gustó pasar por ahí.

Osu Kanon y el Matsuri
Posteriormente llegue al Osu Kanon, un templo que fue construido primero en la Prefectura de Gifu y mudado a Nagoya en 1612, como su nombre lo dice, adoran a la diosa Kanon y tuve la suerte de estar durante el Matsuri, hubo festivales de tambores, desfiles y ceremonias religiosas, fue muy bello todo lo que vi, escuche y olí.

Jardín Tokugawa
Posteriormente me fui caminando al Jardín Tokugawa, toda una maravilla, hay varias entradas dependiendo si quieres entrar sólo a los jardines o incluyendo el museo, yo estaba con ganas de visitar únicamente los jardines pues no andaba de humor para museos y debo decir que quedé encantado, caminar por los senderos entre los árboles, escuchando el sonido de las aves y el agua corriendo, juntando el aire fresco y viendo toda clase de flores fue una de las experiencias más lindas de mi estancia en Japón. La entrada sola fue de 300 Y, aunque me doy cuenta de que puedes comprar un boleto mixto para también entrar al Castillo de Nagoya por 640 Y. Si quieres entrar también al museo es de 1350 Y (creo que por eso no tenía “ganas” de entrar jejeje)


Aquí me pasó otra cosa que sólo en Japón se solucionaría, al salir del jardín decidí descansar en una banca y me puse a ver mis fotos en la cámara, me paré, caminé alrededor de 20 minutos y me di cuenta que la había olvidado, me regresé corriendo (bueno lo intenté) y al llegar ahí estaba mi cámara, había gente al rededor y ni siquiera se les ocurrió agarrarla, en serio que esta cultura es de otro mundo.

Castillo de Nagoya

El último punto de mi recorrido fue el Castillo de Nagoya, la entrada cuesta 500 Y, debo decir que no es tan bonito como el castillo de Osaka, pero tiene su encanto, dentro hay un museo que narra su historia y la de la ciudad. Lo bonito de este lugar a parte del gran jardín que lo rodea, no es el castillo si no el Honmaru Goten (palacio) el cual tiene tatami y varias pinturas sobre las paredes “HERMOSíSIMAS!!!” en serio que es uno de los lugares más bonitos que visité de Japón y si tienes tiempo lo recomiendo muchísimo. Actualmente sigue en reconstrucción (pero si te permiten entrar) hasta el 2018 se terminará la obra. Pondré una foto de la red, porque las de mi celular apestan. 
Honmaru Goten
Terminando mi recorrido me fui caminando hasta la estación de tren para tomar mi Shinkansen para ir de regreso a Tokio. De ahí tomé el metro a Akihabara pues ansiaba conocerla de noche! Y es una locura! Todos los letreros de neón prendidos, los sonidos de las máquinas y los puestos, amé todo ese caos tan ordenado (totalmente japonés). 

Akihabara de noche

De ahí me fui caminando a mi nuevo hostal, a través de los barrios habitacionales de Tokio, nunca pero nunca me había sentido tan seguro caminando en la noche en callejones oscuros, amo caminar de noche y amé caminar en Tokio de noche, me recordó a muchos ánimes jejeje. En fin, llegué al Kao San Origami y me dieron mi habitación compartida para 8 personas por 3,200 Y la noche, me bañé me comuniqué con mi familia y a dormir.

La ruta por Nagoya


lunes, 25 de abril de 2016

Hiroshima y Miyajima



De Nagoya tomé el Shinkansen que me llevaría a Hiroshima y de ahí el metro para ir a la estación Miyajimaguchi y posteriormente el ferry (todo incluido en el JR pass) para llegar a la isla de Itsukushima. En el ferry se puede tomar una de las fotos más emblemáticas de Japón, la Torii flotante (la cual se me perdió junto con mi cámara) pero aquí les dejo una que saqué de internet.

Aquí comí una brocheta de pulpo por 150 yenes y comencé mi recorrido por la Isla. El primer punto fue el templo de Itsukushima, este templo, al igual que la Torii está construido sobre pilotes que lo elevan por arriba del mar, con marea baja se alcanza a ver la arena y se puede caminar hasta la Torii, me tocó presenciar una boda en este templo. Me gustó mucho, la entrada cuesta 300 yenes y vale la pena pagarlos.

Mi desayuno-comida
El siguiente destino fue el Salón Senjokaku el cual se encuentra subiendo unas escaleras casi a la entrada del Templo de Itsukushima. Para entrar te cobran 100 Y, dejas tus zapatos y caminas sobre la duela, aquí se encuentran muchas pinturas originales. De aquí me dirigí hacia el templo Daisho-in, el cual se encuentra en las faldas del monte Misen y es uno de los más importantes del Budismo Shingon, aquí se encuentran muchas estatuas de buda con gorritos de tela muy interesantes, la entrada es gratis. En esta isla también te encuentras con varios venados que caminan junto al hombre como si nada.

Templo Daisho-in
Para continuar decidí subir al Monte Misen, hay varias opciones y leí que la ruta que sube por el templo Daisho-in (que fue la que tomé) es la que tiene los paisajes más bellos, además existe un teleférico que te lleva casi hasta la cima. La caminata es muy bella, no es tan difícil y te tardas poco más de una hora para llegar a la cima. Algo que me dio algo de miedo es la cantidad tan grande de anuncios que hablan a cerca de mordedura de serpiente, si pasa llamar a emergencias (y uno sin señal en el celular!) en fin no pasó nada malo. En la cima te encuentras con el observatorio Shishi-Iwa que es de donde se aprecia en todo su esplendor la isla. Además puedes visitar el templo del amor (Reikado o de la flama espiritual) y el Misen Hondo.

Desde la cima del monte Misen

Al llegar a la cima ya me estaban temblando las piernas de lo cansado así que decidí regresar en funicular el cual se encuentra a 100 metros (de altura) menos que la cima, así que aunque tomes el teleférico tendrás que caminar. Este se divide en dos estaciones y te cobran 1000 Y para utilizarlos (1800Y ida y vuelta). Así terminé mi visita a esta bella isla.
Castillo de Hiroshima

Tomé el ferry de regreso, tome el metro y me bajé en la estación Hakushima, de ahí caminé por la calle hasta pasar por el Castillo de Hiroshima, al cual no me animé a entrar porque fue destruido durante la segunda guerra mundial. Continué hasta llegar al Monumento de la Paz de Hiroshima, el domo de la Bomba A (A-Bomb dome) el cual anteriormente fue el edificio de promoción industrial de la prefectura y fue uno de las pocas edificaciones que se mantuvieron en pie después de la explosión de la bomba atómica.
Monumento a la Paz
Me quedé ahí mucho tiempo, esperé a que anocheciera, solamente pensando, mucho, a cerca de todo y nada, fue uno de esos momentos viajeros que siempre recordaré. Caminé en la noche rumbo a la estación disfrutando del río y el paisaje urbano. Al llegar a la estación (como faltaba media hora) me decidí a buscar un espacio para fumar, encontré un letrero grande  de no fumar pero todos estaban fumando! La primera vez que veo que algo así pasa en Japón, y como dice el dicho, a donde fueres haz lo que vieres…



Al llegar a Nagoya regresé al hostal para ver si tenían lugar (no había reservado y en la mañana me dijeron que regresara en la noche) no había, me la pasé cerca de una hora buscando alojamiento, con lluvia y todo, no había nada. Hasta busqué en los café internet con cama, todo lleno! Decidí buscar un hotel de negocios para descansar bien por primera vez en el viaje y encontré el “Calm” Bussines hotel, por 7000 yenes!!! Mucho más de lo que había estado pagando pero lo desquité, te dan una sopa instantánea y todo el helado que quieras! En fin me bañé, cené (puros dulces y helado) y me metí a la cama que estaba deliciosa.

lunes, 18 de abril de 2016

Takayama Matsuri


Este fue el día más difícil en la planificación del viaje pues no encontré alojamiento en Takayama, en época del festival  de otoño (Takayama Matsuri) es casi imposible si no reservas con 6 meses de anticipación, los lugares que quedaban estaban carísimos y bastante lejos del centro (kilómetros), así que si quería ver el festival, tendría que ir y venir en el mismo día, eso hice. El día anterior reservé mi boleto para ir en Shinkansen a Nagoya y de ahí tomar el tren panorámico que me llevaría a Takayama.

Este fue mi primer viaje en Shinkansen, el JR Pass incluye los trenes bala excepto el Nozomi que es el que menos paradas hace y llega más rápido, pero la diferencia entre ese y el Sakura o el Hikari realmente no es mucha. Te dan el número de asiento y al ser la primera vez la velocidad la sentí un poco incómoda pero te acostumbras rápido. El siguiente tren ya no tenía asientos reservados pues al ser el festival los japoneses son muy organizados y compran con mucha anticipación, tenía duda de cómo era la dinámica de los asientos no reservados. La cosa está así, el que llega primero al asiento se sienta… Y ya! Jejeje como yo me subí en Nagoya el tren iba vacío y sin dificultad tuve mi asiento, poco a poco el tren se fue llenando y mucha gente le tocó parada. El paisaje es muy bello y vale la pena sentarse junto a la ventana.

Interior del Takayama Jinya

Llegué a Takayama alrededor de las 10 am y me dirigí al Takayama Jinya, el cual fue la sede del gobierno de la prefectura. Es muy bello el recorrido con las paredes de papel y los tatamis, me gustó bastante y lo recomiendo, al final puedes encontrar un sello para tu pasaporte (yo lo pongo en mi pasaporte viejito). La entrada cuesta 430 yenes.

Pueblo antiguo

Posteriormente me fui caminando por el pueblo antiguo, lleno de casitas tradicionales muy muy bellas, hasta que me encontré un Family Mart y me compré 3 onigiris (mi comida del día jejeje), que por cierto son muy baratos y si viajas con bajo presupuesto son la opción pues son llenadores.

Me gasté como 350 Y por los 3!!

Caminé hasta el templo llamado Sakurayama Hachiman-gû que es donde inicia el Matsuri. El pasillo que lleva al templo está rodeado de carros alegóricos muy hermosos. Para entrar al templo necesitas esperar turnos. Dentro del templo se realizan varias ceremonias que inician desde niños de alrededor de 3 años hasta ancianos, pura cultura, me encantó.

Rumbo al Sakurayama 

A la 1 pm inicia la “Procesión Mikoshi” que es cuando los carros alegóricos recorren el pueblo y el Mikoshi contiene a la deidad del templo Sakurayama. Yo esperaba algo mucho más estrambótico, pero fue muy solemne. Al terminar el desfile, decidí descansar un rato y en la parte posterior del templo puedes subir unas callecitas e internarte en un parque solitario en el cual puedes reflexionar mucho, estaba en un estado tan increíble que me quedé ahí durante horas.

Mi parque para reflexionar
Bajé para ir a los numerosos puestos callejeros que se encuentran a lo largo del río donde puedes consumir muchas golosinas. A las 6:00 pm Inicia el recorrido nocturno y ahí es donde se vive la magia pues todos los carros se llenan de luz, se escucha la música tradicional en fin, ese si me encantó. Si visitan Japón por esas fechas o en abril recomiendo mucho que incluyan Takayama en su itinerario.

Media hora después con la oscuridad se ve hermoso

A las 20:00 hrs abordé el tren de regreso, ahora me quedaría en Nagoya. Aquí me pasó algo que me hizo amar la cultura japonesa. Como ya venía muy cansado estaba revisando los boletos que adquirí para el día siguiente ir a Hiroshima pero me quedé dormido, me desperté en Nagoya y me dirigí al hostal, al llegar e intentar pagar me di cuenta que no traía la cartera, me desesperé y el recepcionista del hostal me dijo que no me preocupara, marcó a la estación, me hizo unas preguntas respecto a las características de la cartera y me dijo: que mañana pases por ella a la estación, alguien la devolvió…  Increíble la cultura japonesa.



Me hospede en el Guest House Wasabi Nagoya por 2,800 yenes en habitación de 16 personas, la ventaja de este hostal es que las camas son tipo cápsula con televisión y todo, muy cómodo y de buenas instalaciones. Quedé muerto después del día tan ajetreado, sobre todo por los transportes.