Kuala Lumpur

Iniciando el día desayunando en el hostal y partiendo para caminar por Kuala Lumpur. La primera impresión de la ciudad fue extraña, como venía de Japón y Singapur, llegar a una capital con mucho más tráfico y “más sucia” (lo pongo entre comillas porque no es una ciudad sucia, sólo en comparación) me estresó un poco pero conforme fui andando me tranquilicé y empecé a disfrutar.

Menara Dayabumi

Llegué caminando al “Katsuri Walk” que es un callejón con tiendas y puestos de comida, souvenirs y demás chucherías, nada del otro mundo, lo que en realidad me gustó de ese lugar fue la vista de Menara Dayabumi, un complejo comercial diferente y hermoso.

KTM headquarters

Continué caminando hacia la KTM Stesen, la antigua estación central de Kuala Lumpur, la cual es bellísima en cuanto a construcción y ubicación, frente a ella se encuentra el edificio central de KTM también bastante bello. Ambos edificios se construyeron a principios del siglo pasado y a la estación actualmente no llegan trenes de largas distancias pues éstos llegan a la estación principal (a la que llegué el día anterior)

Mezquita Nacional

Tumbas

Después de caminar otro rato llegué a uno de mis destinos principales del día, la Mezquita Nacional de Malasia, un edificio hermoso y moderno en comparación con otras mezquitas a las que he entrado, su cúpula es una estrella de 18 picos representando a los 13 estados de Malasia y los 5 pilares del Islam, es de entrada gratuita y si no llevas ropa adecuada te prestan una tela para que la amarres a la cintura si llevas bermuda o una túnica con capucha si eres mujer o si se acaban las otras, a mí me tocó la túnica.

Cuarto de oración

Dentro todo está muy pulido y reflejante, entras sin zapatos y los calcetines no se ensucian, hermosa! El templo de oración está prohibido para los no musulmanes, pero puedes acercarte hasta la entrada a contemplar la hermosa sala. También hay una especie de mausoleo donde se encuentran reposando los cuerpos de personajes ilustres de Malasia, recomendable!! Los horarios son de 9 a 12 hrs, de 15 a 16 hrs y de 17:30 a 18:30 hrs por lo que debes planear bien en qué momento llegar para evitar que esté cerrada.

Continué caminando hasta la Plaza Merdeka, (Dataran Merdeka) la cual es muy bonita y tiene la importancia de que aquí se hizo por primera vez la bandera de Malasia independiente, como había festival, varios grupos estaban ensayando y me detuve un rato a escucharlos.

Plaza Merdeka

Caminando un poco más hacia el norte se encuentra el teatro donde se presenta el musical MUD, nuestra historia de Kuala Lumpur, debo confesar que soy un fan empedernido del teatro musical, así que pregunté y a las 15:00 hrs había función, cuesta 60 RM la entrada y dura un poco más de una hora. Todo está en inglés y a mí me gustó mucho, hasta se me salieron unas lagrimitas pues ya llevaba varios días viajando y la soledad me comenzó a pegar.

Así se veía gracias a la neblina desde la Torre KL

Al terminar el musical me dirigí a la Menara Kuala Lumpur (KL tower), la 4ta torre más grande del mundo y de la cual se puede apreciar toda la ciudad, pero más importante, las Torres Petronas! Compré el boleto de 100 RM el cual te da acceso a los dos miradores, a varias exposiciones y a un buffet de comida malaya. Al entrar te toman fotos que posteriormente puedes comprar en el primer mirador.  Desafortunadamente por el incendio en Indonesia, el aire estaba lleno de neblina y las vistas se opacaron un poco, pero la verdad me encantó estar ahí arriba viendo las Torres Petronas.

KL Tower desde abajo

Bajé a comer al buffet, me di un atascón impresionante! Ahí presencié un espectáculo de danzas malayas y me puse a platicar con uno de los meseros, me contaba una historia muy triste de su vida y de cómo pudo salir adelante, me encantó estar ahí comiendo y platicando con él.

De día

La última parte del recorrido fue uno de los grandes destinos por los que decidí hacer el viaje, las Torres Petronas, son increíbles, bellas, magníficas!! Cuando cae la noche y se iluminan son tan imponentes que me quedé cerca de dos horas frente a ellas, escribiendo, contemplando y disfrutando de la visión que tenía frente a mí. Decidí no subir, pues el clima era malo y la vista podría no ser mejor que en la Menara KL.

De noche

Después de tener suficiente de torres, regresé caminando al hostal por varias avenidas que muestran como Kuala Lumpur es una ciudad cosmopolita, contrastante y hermosa.