lunes, 12 de marzo de 2018

El Burren y los Acantilados de Moher


Este día recorreríamos uno de los íconos de Irlanda, los Acantilados de Moher, en el camino se encuentra un lugar único en el mundo, El Burren, al cual también le dedicaríamos una visita.



Salimos de Galway bien desayunados y pusimos rumbo al primer destino, el Castillo de Dunguaire. Este castillo data del siglo XV y se encuentra en la bahía de Galway. Este lugar ha sido set de algunas películas, ninguna de las cuales he viste jejeje. Durante el verano está abierto para los visitantes, cuesta 5.5 E, pero como había muchísima gente y queríamos dedicarle más tiempo a los acantilados de Moher no entramos.

Castillo de Dunguaire

En la carretera inició a cambiar el paisaje, el pasto comenzó a motearse de piedras grises, cada vez más abundantes, estábamos entrando al Burren. Este lugar, que significa lugar pedregoso en gaélico, es rico en yacimientos arqueológicos pues abundan las tumbas, además de vegetación creciendo en las grietas.

El Burren
Continuamos el camino hacia la Abadía de Kilmacduagh. Al igual que muchas construcciones medievales, esta se encuentra en ruinas, pero tiene una vibra diferente, probablemente debido a que estábamos solos o por lo diferente del paisaje, disfruté mucho del lugar. La torre Irlandesa es su ícono. La entrada es libre, aunque parece que está cerrado puedes pasar.

Abadía

El siguiente destino está en el mero centro del Burren, el Dolmen de Poulnabrone, el cual data de hace 5000 años! Es un monumento funerario en el cuál se encontraron muchos restos humanos. Es increíble como el tiempo pasa tan rápido para los seres humanos pero tan lento para sus construcciones. En la salida, encontramos a un artesano muy curioso que habla muchos idiomas (español incluido) que hacía collares con tu nombre en druida.

El Dolmen

Para finalizar este día nos dirigimos a la cereza del pastel, los Acantilados de Moher. La estacionada es de locos, nos tardamos cerca de una hora en poder encontrar lugar, pero lo logramos! La entrada cuesta 6 E por persona e incluye el estacionamiento.

Este lugar es mágico, me gustó muchísimo! Lo malo, es que ya había visitado Slieve League y aunque las comparaciones no son buenas, los otros acantilados me dejaron sin habla, probablemente fue por la masificación del lugar, todo muy “bonito” muy accesible, le faltó un poco lo salvaje, peeero aún así me encantó. La entrada se encuentra justo en el centro por lo que puedes recorrerlos hacia la derecha o a la izquierda, también te puedes salir un poco del sendero establecido y ver más allá casi hasta pequeños pueblitos.





Destaca mucho una construcción, la Torre de O’Brien, a la cual puedes acceder por 2 E y ver los acantilados desde un poco más alto. En este lugar me llegó otro momento viajero… no sé. El pensar que estas formaciones han tomado miles de años en formarse, en permanecer me hizo recordar lo efímera que es la vida de los seres humanos, hay que aprovechar cada segundo!

Después de recorrer los acantilados en ambos sentidos comenzó a llover, así que aprovechamos para conocer el centro de visitantes. La verdad sea dicha, aunque estén muy bien planeados, son educativos y todo, nunca he disfrutado de esto, igual para los niños está más interesante.

Salimos ya tarde del lugar, aprovechamos al máximo nuestra estadía y partimos hacia Tralee, para hospedarnos en el Tralee Holliday Lodge, 135 E habitación doble con desayuno incluido por dos noches.

Cenamos en el Cassidy’s Restaurants la comida completa en 30 E por los dos, estuvo delicioso, la gente muy amable, recomiendo ampliamente este lugar. Caminamos un poco por la ciudad de noche para bajar un poco la comida y fuimos a dormir.



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