Minas de Sal y Cracovia

Salimos del hostal a las 10:30 de la mañana con rumbo a las minas de sal de Wieliczka (Patrimonio de la Humanidad), teníamos que tomar el tranvía que nos llevará a la estación Nowy Biezanow, nos equivocamos de línea y perdimos mucho tiempo en regresar al punto de origen para corregir el camino, ya en Nowy Biezanow tomas el autobús que te lleva a Wieliczka y te deja justo en frente de las minas de sal. El boleto completo hasta allá sale en 3 zlotys.

Minas de Sal

A las 11:30 inicia el recorrido en español pero como perdimos tiempo tuvimos que coger la visita en inglés de las 12:00 pm, la entrada cuesta 79 zlotys para el recorrido turístico, también existe el recorrido del minero pero no lo tomamos porque queríamos visitar bien Cracovia. La mayoría de los tours cuestan alrededor de 150 zlotys por lo que te ahorras un dineral si llegas por tu cuenta!

Catedral de Sal: el piso, los candelabros, las esculturas, todo de sal!

Y qué decir? Estas minas son geniales! Imperdibles, la guía te va explicando paso a paso la extracción de sal, como lo hacían los mineros antiguos, cuales son las esculturas de sal que estás viendo y lo que más me gustó fue la catedral de sal! Es hermosa! Con estatuas, candelabros, púlpito y todo hecho en sal! En las tiendas encuentras varios souvenirs como joyas y lámparas hechas en sal.

Cracovia desde Wawel

Regresamos a Cracovia de la misma forma y nos bajamos en la estación Wawel en donde se encuentran el famoso castillo y la catedral homónima. La entrada cuesta 11 zlotys y vale la pena pagarlos, dentro la catedral es muy bella, te da acceso al campanario y a las tumbas, algo tétricas. Caminamos por la calle Grodzka hasta llegar a la plaza principal donde se encuentran la Iglesia de Santa María y el Cloth Hall. Así nos dio la noche y fuimos al Mc Donalds que siempre te salva a cenar. Caminamos y caminamos, planeamos el siguiente viaje (probablemente al lejano oriente) y nos dio la hora de abordar el tren a nuestro recurrente y último destino, la hermosa ciudad de Praga.

Catedral de Wawel

El tren un poco incómodo pues no pedimos cama pero el camarote fue para nosotros solos porque no se subió nadie hasta unas dos horas antes de llegar a nuestro destino.