Este día fue meramente de trámites y cosas por el estilo. Lo primero, porque ahorramos tres días de viaje gracias al carro, uno lo ocupamos en Dresden, los otros dos los ocuparíamos en Varsovia, pero como esta ciudad está muy lejos decidimos dejar el coche dos días antes de lo planeado.
Lo primero, llegar a un hostal para guardar las maletas, aunque nos quedaríamos hasta dentro de 4 días en él. Llegamos al hostal Artharmony y la verdad que fue una excelente opción, nos guardaron las maletas sin problema y pagamos 500 coronas por persona en habitación privada por noche. Ya arreglado esto, seguimos con el asunto del coche y estaba muy sucio! Tratamos de encontrar un autolavado pero nada, le pusimos gasolina por última vez e intentamos llegar al Europcar del centro. Ha sido una de las peores experiencias del viaje.
Manejar por el centro de Praga es horrible, calles muy estrechas, de una sola dirección y montones de gente caminando hacia ti! Tardamos alrededor de 40 minutos en acceder y se pudo. El trámite de entrega muy sencillo, solo das las llaves, revisan el coche y listo! Ni si quiera nos pidieron la multa de Gyor (que ya habíamos pagado gracias con la ayuda de nuestra guía de Budapest). Nosotros estábamos listos para pagar mucho jejeje.
Lo siguiente fue ir hasta la estación de autobuses Florenc (ya con las mochilas de mano). Investigando nos dimos cuenta que los pasajes en autobús son mucho más baratos que en tren, compramos los boletos para Varsovia a las 7 pm por 500 coronas cada uno, mucho más baratos que en América!
Después fuimos a recorre Praga con la decisión de no tomar ni una sola foto, solamente era plan contemplativo, pero al llegar a la plaza de Wenceslao no me pude contener jejeje. Caminamos un rato para hacer tiempo, pasamos a un Mc Donalds para comer y esperamos a que nos dieran las 7.
El autobús fue de dos pisos, con asientos un poco estrechos pero aguantables. Dormí a gusto con rumbo al décimo y último país del viaje.
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