Estábamos llegando al final del viaje y la
nostalgia empezó a invadirme, pronto regresaría a casa y este sueño estaba a
punto de acabar. Pero todavía quedaba un día y lo teníamos que aprovechar al
máximo. El domingo salimos del hotel con rumbo a Isla Aguada por la carretera
180, aproximadamente 2 horas de camino.
Llegamos a un restaurante llamado Ah Caray! a pie de carretera, que por medio
de su página de internet nos enteramos de los recorridos en lancha que se hacen
a través de la Laguna de Términos. Nos recibió una señora muy buena onda y nos
dio los datos del tour, llamó al dueño del local para que nos llevara hasta el
puerto. Inicialmente nos dieron un precio de 200$ por persona, pero ya en el
puesto donde se compran los boletos nos juntaron con un matrimonio también del
DF y solo pagamos 100$. Las lanchas salen del puerto de Isla Aguada, así que se
pueden llegar ahí o al restaurante.
El viaje dura alrededor de 3 hrs y lo recomiendo mucho. Comienza con la visita
a la isla de los pájaros y su nombre la describe perfectamente, una isla con
muchísimos pájaros! Cuando pasa la lancha se espantan un poco y algunos vuelan
y otros solo muestran sus alas amenazadoras, una imagen de postal.
Posteriormente se inicia la búsqueda de delfines y los lancheros saben
exactamente donde encontrarlos, son unos animales muy juguetones, que se la
pasan nadando al rededor de la lancha y los sonidos que emiten!! Es toda una
experiencia verlos en su hábitat natural, desgraciadamente tuve que tomar una
decisión, o saco foto o disfruto del espectáculo, porque no era nada fácil
captarlos con la cámara.
Si se dejó ver! |
Después del espectáculo te llevan al arenal, una islita en donde puedes nadar
al lado de los pelícanos y éstos ni se inmutan, además hay una infinidad de
conchas de todos colores y tamaños para coleccionar, el agua es baja y con una
corriente que te relaja. Nadas como una hora y acaba el recorrido. En el
puerto, nos recibió el dueño del restaurante y nos regresó a el para comer.
Pedimos cazón, cocteles de camarón y uno de mis amigos pidió, aunque no lo
crean, huevos a la mexicana... sin palabras.
Poco antes del atardecer nos despedimos y partimos hacia Villahermosa, donde el
sol nos despidió con una puesta hermosa en el puente. Algo que nunca olvidaré
es que al cruzar el puente el Zacatal en el poblado de Atasta nos asaltó un
escuadrón endemoniado de mosquitos!! Nos comieron vivos!! Y el repelente
simplemente no funcionó. Más tarde vimos la fascia del coche tapizado de estos
desagradables insectos.
Al llegar a Villahermosa fuimos recibidos con el tránsito digno de una ciudad,
los conductores todos estresados, en fin. Nos hospedamos en el hotel Miramar
(un poco más caro que los anteriores) 200$ por persona y fuimos de volada a la
Catedral para conocerla, pero ya era muy tarde y solo pudimos verla por fuera,
eso si, muy bonita. Cenamos tacos en un puesto callejero, compramos unas
cervezas, nos las tomamos en el balcón de la habitación y a dormir, que el
regreso a casa sería al día siguiente.
El siguiente día salimos de Villahermosa como
a las 10 de la mañana rumbo al DF, el viaje terminó sin incidentes.
Catedral de Villahermosa |
Lo que si me sorprendió fue ver lo dañado que quedó La Venta después de la
inundación, el agua todavía llegaba a la mitad de las casas y eso que el nivel
ya había bajado.
Llegando a Puebla el Popo nos recibió con una tirita de humo saliendo de su
cráter.
Nuestro recorrido duró unas 9 hrs con todo y paradas y el tránsito que sufrimos
en Puebla y el DF.
Simplemente no puedo dejar de recomendar a los visitantes de México, que
recorran el precioso sureste mexicano, a mi me faltó muchísimo pero ya habrá
otras oportunidades. La península de Yucatán tiene atracciones para todo tipo
de gustos, desde ecoturismo, arqueología, ciudades coloniales, playas.
Solamente se que regresaré.
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