El día anterior después del cansancio extremo dormimos como bebés y listos para continuar con nuestro viaje que pronto llegaría a su fin. Pasaron por nosotros a las 8:30 am. Iniciamos el recorrido en un mercado artesanal, aquí los precios son más baratos que los que encuentras en Cusco y hay piezas de mucha calidad, lo recomiendo mucho, además de que el regateo es indispensable, imaginen que una pieza que en un puesto me la quisieron vender en 75 soles, en otra valía 25!! mismo material y calidad.
De ahí partimos hacia Pisaq, el cielo estaba nublado lo que nos dio un descanso del sol, el lugar es muy bello contemplando todas las terrazas agrícolas a las faldas del monumento principal, tienes alrededor de media hora para recorrer el lugar además de la explicación previa. La panorámica desde arriba es impresionante pues muchas montañas rodean el sitio. El aire hizo de las suyas y nos refrescó cara y manos, la experiencia se convirtió en mágica cuando un artista comenzó a tocar melodías andinas con su quena, eso más el paisaje fue único.
Pisaq |
Cabe mencionar que nuestro grupo iba formado por unas brasileñas, un grupo de estudiantes como de finales de secundaria y nosotros, en general me pareció un buen grupo pues al ser puros adolescentes pensé que serían un poco más escandalosos e irrespetuosos, pero todo lo contrario, se comportaron muy bien, haciendo relajo desde luego, pero sin pasarse.
El cóndor pasa ;) |
Después comimos en otro restaurant tipo buffette probando de nueva cuenta las delicias de la cocina peruana.
Ollantaytambo |
Al fondo se ven las colcas |
La siguiente parada fue Ollantaytambo y debo decir que es una construcción impresionante! De igual forma las terrazas de cultivo dominan el paisaje y este lugar está localizado en forma ascendente sobre una montaña lo que la hace ver imponente, confrome subes el cansancio se vuelve a notar pero la vista desde arriba lo vale mucho! Desde la construcción principal puedes apreciar unas colcas (que es donde guardan el alimento) localizadas en el mero borde de la montaña de enfrente, nos comenta el guía que estaban localizadas ahí para que el aire frío que naturalmente sopla en su dirección servía como refrigerante natural y de esa forma se conservaron mejor los alimentos.
Chinchero |
La última parada fue en Chinchero en donde se puede apreciar la zona arqueológica y la elaboración artesanal de las prendas o decoraciones hechas con lana de alpaca, el proceso es muy matado, pues tienen que conseguir los pigmentos de forma natural, quitar la lana, hacerla hilo y posteriormente tejerla ya sea en telar o a mano. Lo que más me sorprendió es que esta forma de hacer las prendas es idéntica a la que se observa en Teotitlan del Valle Oaxaca la diferencia únicamente es la lana, ya que acá se hace con borrego. Hasta la grana cochinilla se cultiva para dar el color rojo. Todo esto lo visitas mientras disfrutas de un mate de coca.
Regresamos a Cusco y nos dejaron en la plaza de armas y decidimos ir a cenar algo que no había podido probar, el Cuy (cuyo) al horno y solo puedo decir que fue una experiencia "diferente" como está aderezado con epazote y esta hierbita no me gusta mucho pues fue pasable jejeje, no me podía ir de Perú sin probarlo. De ahí nos fuimos al mushrooms un bar localizado en la misma plaza de armas y así pasamos la noche...
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