Moray, último día en Perú

Todo lo bueno llega a su fin y para cerrar este viaje decidimos ir a conocer Moray, pasaron por nosotros a nuestro hostal a las 8:00 am y agarramos camino. El viaje de ida fue muy padre pues nuestro chofer se la pasó escuchando música andina y lo disfrutamos.

Moray es una zona arqueológica que tiene las clásicas terrazas de cultivo Incas, que a diferencia de las preincaicas estas son circulares, se menciona que cada una de las terrazas se compone de un microclima diferente, por lo que se puede cultivar diferentes frutos en la misma área. Vale mucho la pena la visita.  

Y así llego al fin, mi último destino en el hermoso país de Perú.  Nos llevaron al aeropuerto de Cusco en donde tomamos el vuelo a Lima y de ahí esperamos a abordar el otro vuelo de regreso a la Ciudad de México.

Adión Cusco!

Tuve muchas experiencias enriquecedoras a lo largo de mi viaje, conocí una cultura diferente pero a la vez tan cercana a la mexicana, creo que es lo que nos une como Latinoamericanos. Las similitudes desde el perro peruano y el xoloitzcuintle, lo idéntico del proceso téxtil entre Chinchero y Teotitlán, las grandes culturas como la Inca y la Azteca me hicieron sentirme identificado.

Provecho!

Lo chistoso:  una persona me miró asqueado cuando le dije que en México comíamos nopal jajaja, allá solo se comen las tunas.

Lo malo: uno de mis amigos perdió su cartera con la mayor parte de su efectivo  (benditas tarjetas de débito)

Lo diferente: Comí cuyo asado y alpaca!

Lo extraño: me encontré el escudo de México en una cama colonial en Arequipa

Lo increible: conocí una de las nuevas 7 maravillas del mundo!

En fin, Perú es un país hermoso y me lo llevo en el alma.